Si hay un ejemplo de éxito en Facebook es Farmville. Sólo que consultéis vuestra bandeja de correo, spam o lista de amigos, encontraréis centenares de invitaciones a jugar a Farmville. Eso como mínimo, puesto que miles de cerdos, semillas, gasolina para tractores y tipos raros de flores suelen ser otro tipo de correos que muchos amigos os envían con la mejor de las voluntades.
Estamos ante la Farmvillerevolution, que nos ha hecho a muchos adictos a la gestión de nuestra granja digital. Personas que se levantan a las tres de la mañana para cosechar su plantación de algodón ya no es una cosa del pasado en el lejano estados unidos sudista, es algo muy común que se hace por todo el mundo.
Cuando parecía que los videojuegos ya no tenían más camino que mejores gráficos, historias más trepidantes y acción sin límites. Cuando las consolas cada vez eran más potentes. Cuando todo parecía inventado. Llegaron los juegos sociales. Por un lado, Farmville, un juego para tener, compartir y competir con tus amigos del Facebook -incluso puedes ayudarlos a matar los zorros de sus granjas, aunque eso sea muy poco ecológico- . Por otro lado tenemos la Nintendo Wii, una consola para vivirla en grupo y reír entre amigos.
Y es que los juegos individuales están bien, pero a la gente le sigue gustando compartir ratos con las personas que aprecian, y cada vez más, los gammers se alejan del prototipo de persona solitaria y jugona. Zinga, propietaria de Farmville dio en el clavo, y lo seguirá haciendo con la interminable lista de buenos juegos que tiene en su haber. Farmvillerevolution por mucho tiempo!